Los determinantes de un arte mestizo

El proceso de asimilación simbólica y técnica.
Españoles y guaraníes se aliaron por sus mutuas ansias de guerra, saqueo y conquista; pero el intercambio tecnológico fue un avance que terminó destruyendo el orden social guaraní. Los españoles se superpusieron, en jeraquía social y política, a los guaraníes y a la nueva e incipiente generación de mestizos.
Aceptar el cristianismo como religión fue una defensa frente a esos abusos coloniales. Pero implicó el abandono de las antiguas prácticas guaraníes, en especial el canibalismo y la embriaguez ritual.
Las ceremonias comunitarias y la espiritualidad guaraní llamaron la atención de los europeos, porque ofrecían similitud con las teatrales celebraciones de la religiosidad española de ese entonces. Lo que resultaba radical e incomprensiblente distinto era el arte sacro guaraní.
Todo el arte guaraní fue siempre lineal y abstracto y ellos no representaron a sus dioses con formas humanas ni animales. Por ello fue que las figuras barrocas, complejas y naturalistas supusieron todo un desafío para el artista guaraní.
Reproducirlas implicó un doble proceso de aprendizaje: de la forma y del contenido. Pero en ese mismo proceso de aprendizaje, el artista las adaptó a su propia comprensión y a su propia tradición. Esta síntesis es lo que hoy denominamos: Arte barroco hispano-guaraní.
Las obras del museo son producto de ese doble proceso de asimilación simbólica y técnica, que está implícita en nuestro mestizaje y por ello están consideradas el primer arte genuinamente paraguayo.